jueves, 25 de diciembre de 2008

Buscando aquello que parece perdido...

Hoy, mientras trabajaba un poco en mi computadora y veía un poco de televisión al mismo tiempo, paré en un canal donde estaba pasando una de esas películas viejas a blanco y negro estilo "Casablanca" o "Lo que el Viento se Llevó". Cabe recalcar que este tipo de películas me apasionan, y mientras lean esta entrada se van a dar cuenta claramente el por qué. A pesar de que no pude ver la película completa, si pude ver unos trocitos de ésta, que a la final, lograron poner algunas de mis ideas en perspectiva.
Es muy extraño, pero a veces me siento como si estuviera fuera de lugar, o mejor dicho, fuera de tiempo. Y no es algo que me ha pegado en los últimos años, es algo que ha estado presente en mi vida desde casi la primaria. No es desconocido para nadie, que mis gustos musicales son un tanto anticuados para una chica de 25 años, considerando que el jazz de los años 20 o las baladas románticas de los 40's me mueven mucho más que cualquier canción de rock o pop moderna. Frank Sinatra, Dean Martin, Louis Armstrong, Paul Whiteman, Ma Rainey, Bessie Smith, King Oliver, Gid Tanner and His Skillet Lickers, Ella Fitzgerald, Bill Monroe, Hank Williams, Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, son solo algunos de los cantantes que tienen puesto fijo en mis listas de reproducción (La mayoría de la gente que me rodea a duras penas logran asociar 3 ó 4 de estos nombres, pero bueno, que se puede hacer...).

Mi ropero se inclina mucho más hacia una moda retro y clásica, y me fascina toda esa moda Flapper de los años 20, cuando el jazz empezaba a tomar impulso (es una verdadera pena que esa moda todavía no esté de vuelta, es genial!!!), o el estilo sofisticado de Audrey Hepburn o Jackie Onnassis (que para mi, es la máxima expresión de glamour y estilo).

Mi propia familia se asombra a veces cuando me encuentran viendo películas como " Breakfast at Tiffanny's", "Saratoga", "My Man Godfrey" o cualquiera donde Charlie Chaplin o Abbot y Costello hacen de las suyas en la comedia clásica.

Creo que lo que más me atrae de todas estas épocas es precisamente el glamour que se respiraba, la sofisticación intrínseca de la cultura y ciertos valores morales que en estas épocas parece que han desaparecido. Pero principalmente, el glamour.

Si el glamour de los años 20 fue personificado por mujeres como Greta Garbo o Marlene Dietrich (sirenas trágicas, "femmes fatales", heroinas delicadas y románticas en peligro), el glamour en los 30's era mucho más juguetón y aligerado. No importaba de qué clase social o cuánto dinero se tenía, su reconocimiento iba mucho más allá. Sin embargo, la clave siempre ha sido la confianza en uno mismo, la certeza de saber exáctamente quíen eres, inteligencia, urbanidad, un excepcional talento para adaptarse al cambio, un toque ligero de ser inalcanzable (tal vez semejante a una proyección fantástica) y definitivamente sazonado con misterio. En pocas palabras, una proyección sensual, decidida, juguetona, y totalmente deliberada de una persona frente al resto del mundo. Eso es glamour...

Puede ser que el glamour sea tan solo una visión idealizada de lo que debería ser la vida adulta, sin embargo, no deja de ser fascinante.

Es cierto, los tiempos eran diferentes, la moda, la gente, las costumbres y la sociedad.... Sin duda, hemos dejado aquel mundo atrás, donde la etiqueta era importante, los hombres eran caballerosos y las mujeres eran verdaderas damas, donde la mayoría de la gente se regía por un código silencioso de nobleza. Ahora, después de tal vez sólo unas cuantas décadas, me doy cuenta como han cambiado las cosas.

En el mundo de hoy, es muy raro ver personas con ese "no sé qué" que las distingue del resto de la manada. Lo que busco es ese glamour que sé que existe en todos nosotros en diferentes grados y de distintas maneras. No busco imitaciones o personas falsas, engreídas o banales. Es algo mucho más profundo que eso. Es esa magia que se proyecta en los ojos de una persona que sabe quíen es, de donde viene, y se siente segura en el ambiente en el que está, y lo demuestra comiéndose al mundo con estilo.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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